...me acuerdo, extraño, me pongo medio melancólico y se me da por pensar en imágenes como éstas, que escasean por mis pagos.
Aquí se nos puede observar a Guiye y a mí apreciando lo que el lugar nos dejó ver desde el tren, el mismo tren que luego nos dejaría tirados durante varias horas, como muestra de cómo la vida te da y te quita sin consultarte. Atardeciendo y a punto de llover, una imagen para el recuerdo, resaltada por la muypocafacha y la muypocaonda que irradiamos los presentes.
Agradecido estoy por este viaje -y no hablo del viaje en tren, sino del "Viaje" en gral- porque tengo la sensación de que los tres nos trajimos algo más que buenas fotos. No sólo las pinturas como ésta, sino tambien la gente recolectada, y las relaciones que se van cosechando de a poquito. Siento una especie de madurez conquistada producto de las situaciones que hubo que resolver, la cual vale la pena nombrar, a pesar de que sea nada comparada con los kilos de inmadurez que acarrea nuestra mochila.
Siendo consciente del contraste que la seriedad de estas palabras generan con el resto del blog, no puedo evitar contarle, al que esté interesado, que nuestro viaje no fue todo "drogas, putas y rocanrol". Hubo muchos momentos como éste, en los que los ojos te piden que no los muevas de ahi, y pestañar se vuelve casi un crimen.
Y ahora los dejo en paz, si es que logran encontrarla en el lugar en donde estén. Y si no, espero encuentren un lugar donde el sol se ponga como acá, y tal vez entiendan el por qué de mis palabras.
Abrazos... y para todos los que nos acompañaron en esta historia, más abrazos. Fuertes y duraderos abrazos.
Deseo pedirle disculpas al Fede que no aparece en la foto, pero que sepa que es circunstancial, y que con esta foto él tambien viene a mi mente.
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